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Raqchi

Descripción del Conjunto Racchi:

Algunas referencias sobre el templo de wirakocha de Racchi :

Si empezamos a realizar un análisis bibliográfico y de fuentes históricas, tenemos mención de este conjunto tanto en escritos de los siglos XVI, XVII, XVIII, XIX y XX, es decir en crónicas hispánicas del período de dominación extranjera, como por viajeros tanto coloniales y republicanos, así tenemos por ejemplo las menciones realizadas por:

Inca Garcilaso de la Vega. – En su crónica “Los Comentarios Reales” en el libro IV, capítulo intitulado “Inka Wirakocha manda labrar un templo en memoria de su tío el fantasma”.

Juan Diez de Betanzos. – En su crónica “Suma y Narración de los Incas”, en un acápite del capítulo II, hace mención y referencia a este templo.
Pedro Sarmiento de Gamboa. – En su crónica intitulada “Historia de los Incas”, en el capítulo XXI nos da un amplio informe y referencia sobre el templo de Wirakocha.

Ernest W. Middendorf. – En su obra “Perú I-II-III”, en el capítulo IV del tomo III, nos da una gran descripción del templo.

Racchi:

En el departamento del Cusco, provincia de K’anchis, distrito de San Pedro de Kaqcha, parcialidad de Racchi, a 121 Km. de la ciudad del Cusco, se halla este monumento y complejo arqueológico de suma importancia. Este conjunto está relacionado directamente con el momento más culminante del período inka. Las referencias realizadas por Joan Santa Cruz Pachakuti Llanque Salcamayhua, Pedro Cieza de León, Betanzos, Garcilaso, nos muestran la importancia de este sector, ya que no sólo fue Templo de Wirakocha sino un gran complejo urbano prehispánico. Estas construcciones del complejo y templo fueron realizadas en el período de Pachakutcq (aunque más probable que la edificación haya sido para Apu P’unchao o el Apu Teqse o Pachayachachiq, ya que los mismos cronistas nos refieren que el término Wirakocha es puesto o agregado al verdadero término del Dios Hacedor y Creador de los inkas); este complejo se halla en una llanura, la cual es coronada por un volcán apagado, llamado Kinsachata, área ubicada en la margen derecha del río Vilcanota o Wilkamayu.

La documentación física es abundante y se encuentra la presencia de conjuntos monumentales, restos habitacionales, canales, terrazas, fuentes, depósitos, una muralla de circunvalación, basurales, sectores funerarios (lugares que se hallan en cuevas), así también hallamos petroglifos en el sector del volcán Kinsachata; de esta manera encontramos restos preinkas e inkas, igualmente una superposición de elementos coloniales y republicanos. Así los elementos arquitectónicos se pueden estudiar en su posible función y utilización. Todas las razones expuestas han permitido realizar en este sector diversos tipos de estudios e investigaciones como por ejemplo a partir de 1962, en un principio por la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco, y luego por el Instituto Nacional de Cultura, los estudios del Dr. Chávez Bailón, del Dr. Luis Barreda Murillo, del Dr. Oscar Núñez del Prado; así también por misiones extranjeras como la española dirigida por el Dr. Ballesteros Gabrois.

El área arqueológica de Racchi comprende una extensión de tres kilómetros cuadrados cuya orientación es de:
Este-oeste con 3. 5. Km. de extensión-largo.
Norte-sur con 2. 5 Km. de extensión-ancho.

Conformando casi la forma. de un trapecio, cuya base se halla al sur. Esta figura geométrica está conformada de la siguiente manera; por el río Vilcanota y las faldas del volcán Kinsachata que se halla en la parcialidad de Qea, con orientación al este y al oeste, la extensión plana de este sector es denominada Aqowasi Pampa; el lado menor de la figura hacia el norte, culmina en el cráter del volcán Kinsachata. Este sector es fácil de determinar debido a la presencia de la muralla de circunvalación de origen inka que existe. Actualmente esta muralla sirve como elemento de delimitación entre las parcialidades campesinas del sector; esta muralla es llamada hoy en día por los habitantes del lugar con el nombre de Ch’eqata. De esta manera, tenemos que dentro de esta área y en su gran mayoría dentro del perímetro interior del sector circundado por la muralla, podemos hallar las siguientes unidades arqueológicas arquitectónicas:

  • El Templo Principal.
  • El Complejo de los Recintos.
  • Las Qolqas.
  • EL Conjunto o grupo de andenes y construcciones de Mesapata.
  • Los canales de riego y las fuentes.
  • Los denominados cuarteles de Chaski Wasí y la construcción denominada Cárcel Raqay.
  • Las andenerías (terrazas agrícolas).
  • Los caminos (ñan) tawantinsuyanos.
  • Las kanchas de Qea.
  • La muralla de Ch’eqata.
  • Los cementerios en las grutas de K’uimiqnqa.
  • Las Ch’ullpas y entierros de Kinsachata.
  • Los basurales de Yanamancha.

De esta relación de desprende que esta área fue gran complejo arquitectónico polifuncional.

El Templo Principal o Templo de Wirakocha:

De las investigaciones realizadas en este complejo arquitectónico podemos decir que a esta construcción los habitantes de la región la denominan Kumpi Awara. Que quiere decir: donde se hacen tejidos finos o, también denominan al sitio con el nombre de Inka Perqa o sea muro del inka.

Las dimensiones de este templo son de 92 m. de longitud por 26 m. de ancho y 12 m. de altura, con una orientación norte-sur, ocupa casi el área central de la zona arqueológica; entre todas las construcciones realizadas por el Estado inka ésta se encuentra entre las más importantes y grandes. Según el cronista Inca Garcilaso de la Vega ese templo fue construido durante el gobierno del Inka Wirakocha en homenaje al Dios Hacedor del Mundo de la ideología andina, pero de acuerdo a los que apreciamos en los otros cronistas, todos los consultados atribuyen su construcción a Pachakuti, lo cual es más evidente ya que por el tipo de planificación y funcionalidad urbana, así también por la tipología arquitectónica, corresponde al período de este gobernante.

Se aprecia en esta construcción un muro central, en el cual se observa, hasta un nivel aproximado a los 3 m. de altura, un paramento de carácter lítico (el tipo de piedra empleado es la toba volcánica) y sobre éste continúa un muro realizado en adobe con una altura aproximada de los 9 m., en este muro central hay diez puertas, sobre las cuales, se supone, habían o existían diez-ventanas; se presupone la existencia de un segundo nivel, con igual número de puertas y ventanas, existen además en los fragmentos del muro lítico vanos de luz; luego a cada lado del muro se observan dos hileras de columnas, cada fila de 11 columnas siendo en total 22 columnas, el muro central divide en dos secciones muy bien definidas (lo que sería un elemento más que nos muestra la dualidad, yanantin); de las columnas, sólo quedan las partes inferiores de las bases, tan sólo una se mantiene completa y en pie y mide 9 m. de altura y su tercio inferior es de piedra mientras sus dos tercios superiores son de adobe; tanto los cimientos del muro central como el de las columnas penetran en el terreno hasta una profundidad aproximadamente de 1.50 m. en la parte norte y en la parte sur, existían paramentos que cerraban esta construcción, el muro de la parte sur poseía puertas de acceso. El techo de esta construcción fue de dos aguas o de doble vertiente, es decir de doble pendiente; los paramentos norte y sur conformaban mojinetes o muro triangular, sobre el cual descansaba, en su pendiente, el techo. Este tenía una sobre cubierta de paja trenzada, dándole a la estructura una suficiente ligereza e impermeabilidad; de esta forma, la estructura de los muros no era sobrecargada de un peso superior a su resistencia, así con una estructura liviana de cubierta la construcción posee mayor resistencia. En las secciones este y oeste se ha descubierto la presencia de cimientos de muros, con un espesor de un metro, que cerraban el templo, mas no se puede dar un cálculo, ni siquiera aproximativo, de la altura de estos paramentos; en las secciones de piedra como en las de adobe, estaban recubiertas por un enlucido de color rojo ladrillo, que lo decoraba en forma escalonada, lo que se aprecia también en otros lugares y esto prueba que los incas estucaron los muros.

Tenemos que aclarar que la descripción que realiza Inka Garcilaso de la Vega en su crónica, no coincide con los restos que aun se aprecian, pero en honor a la verdad tenemos que decir que la descripción de crónicas en este caso, llenan ciertos vacíos que existen por carencia de vestigios físicos.

Las referencias de George Squier y los planos realizados por éste, los trabajos de Luis A. Pardo, los estudios y trabajos de la Misión Arqueológica de la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco, los trabajos y estudios del Dr. Oscar Núñez del Prado, del Dr. Ballesteros Gabrois y de otros muchos investigadores, no sólo nos dieron el conocimiento de cómo fue este templo, sino también de los otros lugares, con lo que se puede deducir la importancia del complejo arquitectónico, así como también se puede intentar su restauración, esto ayudado por los estudios de arquitectura del arquitecto G. Gasparíni, aunque en estos estudios existe una falla en la reconstrucción ideal del modelo del templo (esto se debe a que el techo de la construcción del diseño llega casi hasta el suelo).

Las excavaciones que se realizaron a un kilómetro del grupo del templo, en el área de Yanamancha y de K’umuqaqa, nos mostraron la presencia de cerámica pertenecientes a los períodos Qaluyo y Wari, así también se hallaron 17 restos humanos (individuos), en muchos de los cuales se aprecian deformaciones y trepanaciones, esto nos muestra la ocupación de este sector por asentamientos humanos anteriores a los inkas; de los restos humanos no podemos decir casi nada, ya que falta de un estudio más profundo en antropología física, datación y sobre todo un estudio de osteología y osteometría.

Los datos obtenidos hasta el presente, por los diversos trabajos de investigación en Racchi, son tan copiosos que aun no se los ha clasificado completamente, con lo poco que se ha clasificado e interpretado se puede llegar a mostrar la complejidad de esta vasta zona arqueológica que posee diferentes ocupaciones y que fue polifuncional.

El Complejo de los Recintos:

Son una sucesión de grandes construcciones dispuestas simétricamente, con calles rectas, construcciones que posiblemente tuvieron sobre todo una función de características sociales, es decir, viviendas u otras especificaciones utilitarias; entre las construcciones existen pequeñas plazas. Las construcciones todavía conservan los mojinetes de asentamiento de los techos y son de piedra y adobe.

Las Qolqas:

Son una sucesión de grandes y medianas construcciones que fueron utilizadas como depósitos de diversos elementos, como por ejemplo graneros, pero investigaciones realizadas en este sector, están encontrando ciertas formas de características rituales que se desarrollaron en estas edificaciones.

El Conjunto o Grupo de los Andenes y de Construcciones de Mesapata:

Este sector se compone de una sucesión de andenerías o terrazas de carácter agrícola, en donde muchas de ellas se hallan en perfecto estado de conservación; pero hay que tener en cuenta que las terrazas no sólo son elementos utilizados para aprovechamiento agrícola sino son polifuncionales, como elementos de contención contra derrumbes, de protección contra la erosión, es decir construcciones de protección ecológica.

El conjunto de construcciones estaba en relación a los andenes o terrazas, es decir fueron viviendas de los agricultores y depósitos de carácter utilitario, pero todo en relación a esta área de producción agrícola.

Los Canales de Riego y las Fuentes:

En toda la zona arqueológica de Racchi se aprecia la presencia de una serie de canales, los cuales tuvieron como función básica el transporte del agua, tanto para consumo humano como para utilización agrícola. En esta gran red de canales se aprecia una excelente utilización del sistema de sifones o vasos comunicantes.

Así también hallamos, en toda la zona arqueológica, un gran número de fuentes, muchas de las cuales fueron de características rituales, otras tuvieron funciones utilitarias u otras fueron de carácter polifuncional.

De esta manera, el sistema de fuentes y canales, estuvo realizado siguiendo una planificación, tanto urbano-rural como productiva, ya que, su función se adaptó de acuerdo a las necesidades socio-económicas-políticas del Estado y de la planificación de ecosistemas, tanto productivos como de asentamiento humano, lo que demuestra la capacidad de adaptación de medios.

Los Denominados Cuarteles de Chaski Wasí y de las Construcciones Denominadas Cárcel Raqay:

Los denominados cuarteles de Chaski Wasí fueron considerados tradicionalmente, como conjuntos militares o construcciones de características militares, se puede decir fortines o fuertes.

Pero si se aprecia con mayor criterio social, son construcciones de características más utilitarias, el mismo nombre (aunque pueda ser que el nombre original haya sido otro, o que haya sido variado) nos está indicando una función social, es decir las casas de los Chaskis (los Chaskis fueron el sistema de correos o corredores de postas para llevar mensajes u otros elementos de un lugar a otro). Con relación a Cárcel Raqay pensamos más en su función social, coincidente con la estrategia política del Estado Quechua.

Las Andenerías:

Estas son terrazas agrícolas pero al mismo tiempo como dijimos anteriormente, elementos de protección ecológica, es decir que evita la erosión y los deslizamientos de tierras.

Estas terrazas son un sistema de adaptación de áreas geográficas a necesidades productivas, lo que vendría a ser, una ampliación de las fronteras agrícolas, una adaptación de planos productivos.

Los Caminos Tawantinsuyanos:

Tenemos que, durante el Estado Quechua, existieron los llamados Ñan (caminos), los Atún Ñan (grandes caminos), los juchuy Ñan (pequeños caminos), los cuales eran embaldosados con piedras, con canales laterales, con puentes, túneles, y una gran utilización de escalinatas.

Los caminos ihkas, por lo general, fueron rectos, atacaban las montañas con subidas y bajadas en forma recta o sino utilizando sistemas de zig-zag; así también, poseyeron puntos de descanso y otros tipos de construcciones con relación a éstos; de esta manera, en esta zona arqueológica pasa un camino inka hacia el sector del Qollasuyo, pero no sólo éste sino que llegan y salen de este sector una serie de caminos principales y secundarios es decir que fue un enclave o punto de distribución vial, con lo que apreciamos que esta área no estuvo incomunicada del resto del complejo sistema político territorial quechua, ya que en realidad fue uno de los tantos elementos urbanos con características planificadas del sistema.

Las Kanchas de Qea:

Éstas son grandes agrupaciones arquitectónicas. Como el término quechua indica, Kancha quiere decir barrio, conjunto, agrupamiento de construcciones, área cercada, es por el término mismo y por la disposición de las edificaciones que se aprecia la función netamente utilitaria de estos agrupamientos de edificaciones, que fueron barrios para asentamiento humano; pero no pensemos que sólo fueron viviendas, sino que en las Kanchas existieron áreas de depósitos, trabajo, actividades sociales y religiosas. De esta manera, las Kanchas de Qea son elementos arquitectónicos de función social y multiutilitaria.

La Muralla de Ch’eqata:

Es un gran muro de circunvalación que contornaba esta gran zona poblacional. Todavía hoy en día, se puede apreciar esta muralla. Este muro tenía una doble utilidad: primero, como un elemento de control de movimiento social, es decir para controlar la entrada y salida indiscriminada de población; la segunda función, fue posiblemente como elemento de defensa en contra de los habitantes de esa agrupación social.

Los Cementerios en las Grutas de K’umuqaqa:

En estas grutas u oquedades naturales, se han encontrado restos óseos. Son sectores funerarios de origen prehispánico; hay que tener en cuenta que, de acuerdo a la ideología andina, la persona que moría, debía ingresar al Uju Pacha (tierra de adentro, o tierra interior), pasar un río de sangre por medio de un puente de cabellos trenzados, acompañado de un perro negro y luego llegaba al Ipha Marica o mundo de los mudos, donde el ánima del muerto se purificaba y se liberaba de las Juch’as o cuerpos pesantes y negativos, luego de un ciclo el ánima podía transmigrar. Luego hay que tener en cuenta que también las grutas fueron elementos que representaron simbólicamente la Pachamama, por lo tanto, estas grutas fueron utilizados como lugares funerarios hecho que no es de extrañar, de esta manera las grutas funerarias de K’umuqaqa cumplieron funciones religiosas, ideológicas y utilitarias.

Las Ch’ullpas o Entierros en el Sector de Kinsachata:

Las Ch’ullpas son construcciones a manera de torres, pero éstas no son de carácter militar sino son de uso funerario; son construcciones funerarias-rituales-utilitarias, que precedieron a las construcciones inkas y que luego, por transferencia cultural los inkas heredaron este tipo de edificaciones. En el caso de las Ch’ullpas de Kinsachata, algunas de éstas pueden ser que hayan sido reutilizadas por los inkas y otras que hayan sido construidas por éstos, pero siempre con finalidad funeraria

En el caso de los enterramientos en la zona del volcán Kinsachata éstos son realizados dentro de pequeñas construcciones, muy similares a las de P’isaq o a las de otros lugares inkas. Cabe señalar que una gran mayoría de individuos momificados han sido hallados en la posición cubito-fetal y otros en posición horizontal y con los brazos cruzados en aspa sobre el pecho, siendo esta posición netamente de características rituales. Por lo tanto, toda esta área sería nada menos que uno de los cementerios de esta extensa zona de asentamiento social.

Los Basurales de Yanamancha:

Aclarando el término basurales, diremos que son depósitos o sectores donde arrojaron desperdicios o detritus, más o menos como zonas de relleno sanitario. Estos lugares son de suma importancia para la investigación, porque en ellos se encuentran fragmentos de diversos objetos, utensilios integrales o fragmentarios y elementos de la vida cotidiana de un pueblo o una sociedad determinada, aun se puede determinar los usos alimentarios y culinarios por los detritus orgánicos que se pueden hallar. Es así que los basurales de Yanamancha son muy importantes para la investigación del grupo humano que habitó este lugar, de esta manera se halla una gran cantidad de diversos elementos, sobre todo fragmentos de cerámica que nos dan un claro indicio de las actividades socio-comerciales que realizaron los habitantes de esta zona, ya que nos muestra la alta producción alfarera.