¡Tours a Cusco y todo el Perú!

Piquillacta

Descripción del Conjunto Piquillacta:

Piquillacta:

La ciudad prequechua de Piquillacta pertenece al proceso del Estado Wari.

Wari:

Proceso que pertenece al denominado Formativo Regional o conocido también como Período Regional o Desarrollos Regionales.

Tenemos que indicar que el proceso Warpa estableció contactos con el proceso Ica-Nasca (asentamiento humano), lo que trajo un intercambio cultural, con el subsecuente desarrollo de la cerámica; casi paralelamente + 600, la cerámica de la región ayacuchana se consolida estableciéndose tres formas o estilos: Okros, Chakipampa y Negro; así también, en este período llega a la región ayacuchana, y de manera muy fuerte la influencia de Tiwanaku, aunque no podemos decir los tipos de influencia cultural que llegaron a esta región, lo que sí podemos afirmar es que no fue una invasión Tiwanakota de carácter pacífico o militar, fue una influencia de tipo cultural; se observa la presencia de la imagen que se encuentra grabada en la Puerta del Sol, como en diferentes elementos decorativos que se hallan diseñados en grandes urnas de cerámica, las que son clasificadas como del estilo Q’onchapata y tienen la forma de V, de paredes gruesas, similar al tipo de cerámica Tiwanaku.

En este período, se da una intensificación de un proceso de producción especializada de artesanía concordante con el proceso urbanístico.

Q’onchapata no fue un gran centro urbano, pero su extensión fue considerable y de carácter aglutinante. Es en Q’onchapata que se da el proceso de transición Warpa-Wari.

Los elementos de las deidades tiwanakotas logran mayor adaptación y aceptación, así del + 560 al + 600 se llega a desarrollar una cerámica conocida como Robles Moqo, de carácter ceremonial mientras que Q’onchapata es un período netamente local ayacuchano, Robles Moqo tiene un área más extensa de influencia y desarrollo que abarcó las regiones de Ayacucho, Ica-Nasca, el valle del Santa y el Callejón de Waylas por la sierra; este período corresponde a la primera fase del asentamiento social Wari, (es muy importante la cantidad de materiales que proceden de Pacheco en Nasca y que son del proceso Robles Moqo, los cuales están siendo estudiados nuevamente; Robles Moqo posee una cerámica con influencia básica de los diseños tiwanakotas); se supone que el paso de la influencia ideológica del altiplano a la región ayacuchana pudo haber sido mediante el arte o industria textil, elementos que son los únicos en donde aparece la divinidad de la puerta del Sol de Tiwanaku y que de tránsito comercial llegaron a la región ayacuchana.

La Metrópoli Wari:

Se ubica a 25 Km. de Ayacucho. Fue la capital de un complejo sistema socio-económico-político-cultural, que unos tildan como imperio y otros como confederación y cuya área de influencia abarcó las regiones de Cajamarca, Lambayeque por el norte y por la región sur los departamentos de Cusco y Arequipa. Wari fue una urbe de gran densidad poblacional, con construcciones de muros muy elevados. Por lo observado, se ve que estas construcciones son de un, dos, o tres pisos, elementos arquitecturales organizados por barrios, los cuales tenían un cercado perimétrico con calles interiores de variados tamaños; así en la ciudad de Piquillacta en el Cusco, se hallaban revocados con arcilla, cal o yeso.

También observamos construcciones de carácter triangular, que no se ha podido precisar la función que desempeñaban, posiblemente fueron edificaciones con características rituales.

Así en el Cusco, como en Ayacucho, estas poblaciones albergaron grupos humanos calculados en varios miles de personas. Las ciudades Waris estaban construidas con líticos rústicos y con asentamiento de mollero de barro, con murallas de circunvalación realizadas con bloques de piedra y muy altas; así también allanaron los terrenos o los terrazaron para realizar las edificaciones de sus ciudades, en estas urbes existieron construcciones, ya sean religiosas, públicas o viviendas y las redes de canales encontradas nos hacen pensar que existió un complejo sistema de abastecimiento de liquido; las colecciones de estatuillas de turquesa, encontradas en la ciudad de Piquillacta en el Cusco, muestran un alto grado de desarrollo de la artesanía, así como la industria dentro de las ciudades Waris.

Expansión Wari:

Dentro de los tres períodos Wari, la segunda fase, entre los siglos VII y X, es el período de máximo esplendor y apogeo, etapa que se halla representada por su cerámica, la cual es propiamente Wari y posee variedades regionales como son:

  • Viñaque.
  • Qasqapo.
  • Atarco.
  • Pachakamaq.
  • Piquillacta, etc.
  • Este es el período en que Wari alcanzó su máxima expansión, así:    
  • Por el norte hasta Lambayeque y Cajamarca.
  • Por el sur hasta Cusco y Arequipa.

Cuando los Waris llegaron a conquistar y dominar Lurín, el conjunto de Pachakamaq era ya un centro religioso bastante poblado y desarrollado, pero con el establecimiento de los Waris, este sector se convirtió en el centro más poderoso de la costa, por lo cual se produjo un estilo propio de cerámica.

Los Waris serán los introductores de una nueva concepción de la vida urbana y del urbanismo, con la implantación de grandes centros urbanos amurallados, ejemplo de esto son las ciudades de Piquillacta en el Cusco y wirakochapampa en Cajamarca. La base económica de los Waris es la explotación de los territorios conquistados que son tributarios de la metrópoli; esta explotación de los territorios conquistados por fuerza militar de carácter expansionista e imperialista, hará posible el asentamiento de los centros urbanos al mismo tiempo que la sustentación de estos.

Fase III de la Declinación Wari:

El período denominado de la declinación Wari se caracteriza por su descomposición política y económica con el subsecuente abandono de las ciudades, así como también la pérdida del dominio sobre los territorios ocupados por medio de la conquista militar. Así después del siglo XI, los pueblos que se hallaban sometidos al control y dominio Wari, regresan al sistema de vida autónoma de desarrollo independiente, por lo cual la región ayacuchana comienza una etapa de subdesarrollo con un claro abandono del proceso de vida urbana y el subsecuente regreso a las reducidas poblaciones aldeanas de carácter rural, casi similar o igual a los períodos tempranos del período warpa, es decir que se produce un proceso de involución y no de evolución.

Piquillacta Propiamente Dicha:

La gran zona arqueológica de Piquillacta está compuesta por un gran número de conjuntos arqueológicos, entre los cuales se halla la ciudad del mismo nombre.

A. Etimología:

El término Piquillacta es un vocablo quechua que traducido al castellano quiere decir: piki = pulga y llaqta = ciudad; por los cual vendría a ser ciudad de pulgas, pero no por la existencia de estos insectos sino por la cantidad de habitantes que dicho lugar poseyó.

B. Estado de Conservación:

Este sector se hallaba dentro de los dominios de una hacienda y los recintos, como todos los conjuntos que componen esta zona arqueológica, sirvieron de corrales y de áreas de pastoreo, así también de zonas de aprovechamiento agrícola, lo que contribuyo poderosamente al colapso casi general de las construcciones y que fue ayudado por los excavadores clandestinos o buscadores de tesoros, así como otros factores diversos (lluvia, falta de cuidado, etc. ), en consecuencia, actualmente apreciamos una zona arqueológica bastante destruida y depredada.

C. La Leyenda de la Ciudad de Piquillacta:

Esta leyenda la publicó el Dr. Luis A. Pardo en su libro “Historia y Arqueología del Cusco”. Esta leyenda se halla con relación al agua que llega a este sector, ya que el área de la ciudad no posee fuente natural de alimentación de este liquido y este es transportado por medio de canales de una distancia bastante considerable hasta una cisterna o reservorio, lugar del cual el agua es distribuida. Haremos mención a la leyenda a grandes rasgos: «Muyna estaba gobernada por el encargo de Wayna Qapaq Inca, por el curaca Rumichaka, el cual poseía, una bellísima hija llamada Sumaj T’íka, la cual se hallaba en edad casamentera, por lo cual esta joven tenía muchos pretendientes, pero entre todos uno era el que captaba la. atención de la joven, era el noble Auki T’ito hijo del curaca de Antipampa; este valeroso doncel llego a captar la confianza de Sumaj T’ika y del hermano de esta Aqorumi”, es decir que el pretendiente pertenecía al sector cusqueño denominado en ideología como los T’iunos, «En ese trance llegó a la región el hijo de un funcionario incaico de la región del Collao, el noble se llamaba Atoj Rimachi; este joven envió valiosos y bellos presentes a la princesa Sumaj T’ika, la cual con mucha cortesía y fineza los rechazó. Con el apoyo y ayuda de su padre Rumichaca, la princesa temerosa de la rivalidad de ambos pretendientes, resolvió contraer nupcias con el primero que hiciera llegar el agua hasta la puerta del palacio; conocida la condición impuesta por la princesa los pretendientes regresaron a sus lugares de origen para pedir ayuda a sus respectivas familias, estos dos príncipes, así como muchos otros, regresaron para acometer esta obra, pero por las dificultades la gran mayoría desistió quedando tan sólo estos dos pretendientes. ” hay que aclarar que Atoj Rimachi es un príncipe del sur (Qollao), es decir Qolluno, continuando la leyenda “los cuales acometieron la obra con su respectiva gente que les secundaba, emprendiendo el trabajo en el sector de Lucre, en el sector de Rajch’i, trazando y realizando canales paralelas, pasando por el sector de Rumin Qolqay por la portada del mismo nombre, y fue Auki T’ito, el T’iuno, el que fue favorecido, haciendo llegar el agua a las puertas del palacio de la princesa en un lapso de seis meses, luego de lo cual, se realizo los esponsales con grandes fiestas. Agobiado por el peso de su derrota el qolluno Atoj Rimachi se suicidó ahorcándose’’. En la actualidad se aprecian los canales que discurren en forma paralela desde Lucre, flanqueando la montaña llamada Qosqoqhawarina, también se aprecia en una de las kanchas de Piquillacta un canal, por lo cual mucha gente llama a este el palacio de la princesa Sumaj T’ka.

D. La Portada de Rumin Qolqa:

Etimológicamente, Rumin = piedra(s), qolqa = depósito, lo que significaría depósito de piedras, en si viene a ser una cantera, que fue utilizada en tiempo inka y se halla a una altura de aproximadamente de 3, 300 m. s. n. m. m. En este lugar está uno de los puestos de control de acceso y salida de la ciudad del Cusco; en referencia a Rumin Qolqa diremos que es mencionada y descrita por Pedro Cieza de León. Hay que notar que las dos portadas poseen un tipo de paramento arquitectónico muy diferente al tipo de muros de la ciudad prehispánica de Piquillacta, es decir, que los paramentos de las portadas están realizados en líticos isodómicos de dimensiones considerables, de asentamiento al seco, en la parte superior de las portadas y terrazas discurría un canal, que llevaba el agua a la ciudad de Piquillacta. Se ve claramente que esta construcción no pertenece al período, siendo esta de tiempo Inka.

E. La Ciudad dé Piquillacta:

Se halla en la ladera de una montaña. Esta ciudad pertenece al Período del Estado Wari; fue un centro de asentamiento poblacional muy importante y de una densidad muy elevada, esto se deduce, lógicamente, por la cantidad de construcciones; se calcula una población mayor de personas y en la actualidad se aprecian más o menos edificaciones, mas la gran mayoría de estas están destruidas por diversos factores; realizaron trabajos de investigación y prospección arqueológica diversos investigadores nacionales como extranjeros, así entre los nacionales tenemos a los Drs. Luis A. Pardo, Luis Barreda Murillo, Manuel Chávez Bailón, Emilio Hart Terre, Luis Lumbreras, etc., entre los extranjeros podemos mencionar a los investigadores W. Sanders, Gordon Mc Evvan, etc. En estas diversas excavaciones se hallaron fragmentos de cerámica, objetos metálicos, así también el Dr. Luis A. Pardo encontró una escultura de piedra de un puma; en unas excavaciones no autorizadas en 1927, el Sr. Justo Román Aparicio encontró dos colecciones de microlitos (pequeñas esculturas en piedra) en turquesa, una de las cuales, fue recuperada desde un principio, y la otra lo fue posteriormente; esas dos colecciones están compuestas, aproximadamente, por unas cuarenta microesculturas, las cuáles en la actualidad son exhibidas en el Museo e Instituto Arqueológico de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco. Esta ciudad presenta calles rectas son escalinatas. Los cuarteles o barrios son elementos arquitectónicos muy grandes; lo que llama la atención es la existencia de una calle interna que circunvala las construcciones y en unos casos los cuatro costados de la edificación, en otros sólo tres y en otros sólo dos costados; así también, se observa que son habitaciones únicas y enormes, a la altura media de los muros que también son muy altos se aprecian tanto en calles como habitaciones unos bloques que sobrepasan de los muros, elementos que sirvieron de ménsula para sujetar o apoyar las traviesas o tablones que se tendían para los pisos superiores. Una apreciación realizada muestra en algunos casos la presencia de construcciones de carácter ovoide, esferoide y triangular, las cuales pudieron tener diversas funciones, que hasta la fecha no se ha podido determinar. La arquitectura es bastante simple, son líticos sin gran canteo son asentamiento de mortero de barro; estos muros, en su parte inferior tienen mayor dimensión (más anchos) y conforme se elevan van disminuyendo (se adelgazan).

Las primeras excavaciones de Gordon Mc Ewan mostraron un conjunto arquitectónico que se le atribuye funciones religiosas que se supuso era de carácter subterráneo, pero en realidad no tiene características subterráneas; en las actuales excavaciones realizadas también por Gordon (1989), nos están mostrando elementos que verdaderamente son sorprendentes, como que los muros estuvieron revocados con barro y luego estucados en blanco, los pisos de las habitaciones, gradas y calzadas revestidos con un pavimento de yeso de gran dureza, así también la presencia de nichos en las habitaciones y gran cantidad de elementos asociativos de cerámica y fragmentos de turquesa; estas excavaciones nos demuestran, de una manera muy clara, que existe una deposición de tierra, cascajo y piedra muy considerable, lo que elevó los pisos de una manera muy pronunciada haciendo que gran cantidad de construcciones, muros y pisos queden enterrados, por lo cual no se podía apreciar que los Wari conocieron el revoque, estuco de muros y revestimientos de pisos para habitaciones, gradas y calles Todos estos elementos, juntamente con la presencia de un reservorio, canales y terrazas, nos dan una precisión de la polifunción que cumplió esta ciudad, que fue una urbe social, un centro administrativo y que poseyó construcciones dedicadas a funciones administrativas, religiosas, habitacionales y utilitarias.

Luego, en el último período andino, antes de la gran invasión occidental, Piquillacta fue ocupada por los inkas, los cuales utilizaron estas construcciones dedicándolas a sus fines. Hay que aclarar que los inkas readaptaron las ciudades precedentes, de acuerdo al planeamiento y diseño urbano inkásiko y Piquillacta fue una de estas ciudades precedentes que fue reordenada de acuerdo a las políticas del Estado Quechua; posiblemente sirvió y fue utilizada como asentamiento de grupos mitimaes, es decir que sobre todo en el período inka, Piquillacta fue más utilitaria que en el período anterior; si revisamos el sistema de planeamiento y planificación urbana de los inkas, veremos que estos construyeron ciudades que estuvieron de acuerdo a las ideas, plano y función del Estado inka, pero las ciudades precedentes al estado quechua fueron readaptadas y modificadas de acuerdo al planeamiento y planificación socio-urbano del Estado Inka.