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Ollantaytambo

Descripción del Conjunto Ollantaytambo:

El Poblado de Ollantaytambo:

Actualmente, casi todos los sectores prehispánicos de esta área se hallan abandonados y librados a la depredación con la complacencia de las autoridades (caso el sector de Pilcowasí).

El único sector que, podemos decir, se conserva, es el poblado de Ollantaytambo, pero no por la acción de sus autoridades, sino por una pequeña parte de sus habitantes, y donde la arquitectura y gran número de construcciones Inkas se conservan; estos sectores de origen Inka son habitados en la actualidad y tan sólo se han reestructurado los techos, en otros casos, sobre los muros Inkas, se han levantado muros coloniales o muros actuales en adobe, Algunas casas son nuevas (adobe o ladrillo), pero las cimentaciones, en las cuales se han edificado, son Inkas o se hallan huellas de las antiguas construcciones precedentes, pero estas nuevas construcciones han respetado el trazo de la arquitectura y urbanística prehispánica (salvo una que otra construcción) de calles, Kanchas (barrios), etc. La plazuela actual del pueblo, posiblemente, no guarda relación con la distribución urbana de esta ciudad Inka.

Las calles de esta población son angostas y de trazo recto. Como en tiempo prehispánico, estas calles, en las partes laterales o centrales, poseían canales de drenaje de agua pluvial, que en la actualidad, en algunas aun se observan. También se puede apreciar, en estas calles, el trazo característico Inka. En la actualidad, se encuentran nombres tradicionales de origen Inka en algunas de las calles, como en las que vienen en dirección de oeste, como: Patakalli, Chaupikalli, Lariskalli y la híbrida Hornokalli (el término calli es castellanizado, debiendo ser un nombre original q’ijllu), de las calles que van de norte a sur, la más cercana al cerro Pinkuylluna, se llaman: Qowekalli, Phuyukalli, Umakalli, Rosaskalli y K’ijtukalli. Un elemento que llama la atención es que, en las kanchas (barrios) y calles, las puertas Inkas tan sólo se presentan en los sectores que dan hacia el norte y sur, y en las kanchas y calles que dan al oeste o este, no existen puertas en los muros orientados a estas direcciones, en estas calles con caras al este u oeste se hallan tan sólo vanos coloniales y moderaos y si uno pone un poco más de atención, verá que los nombres son más españolizados.

Esta población, de trazo y planeamiento urbano Inka, está habitada en la actualidad, hecho que la hace más importante aun.

La ciudad Inka está separada en dos áreas por el riachuelo Patakancha, canalizado o encauzado desde tiempo Inka (discurre por medio del poblado), elemento que dará un claro indicio del trazo urbano Inka urin (bajo) y hanan (alto); así también, desde tiempo Inka hasta la actualidad, existen dos Ayllus (comunidad), el Qosqo Ayllu que es el oriental y el Araqama Ayllu que es el occidental.

El poblado colonial utilizó la población inka para erigirse; la destrucción más fuerte, de estas áreas prehispánicas, se realizó bajo las órdenes del sobrino de San Ignacio de Loyola, el capitán español Martín Oñas de Loyola; la destrucción de estos sectores se da al momento de la persecución de las huestes rebeldes de Manko Inka, luego de la fallida toma del Cusco en 1536; las reducciones de 1571 a 1572, ordenadas por el Virrey Don Francisco de Toledo, no fueron aplicadas al área de Ollantaytambo y aun en la actualidad, se sigue destruyendo estos sectores de gran importancia.

Los Pukaras o Fortines:

Estos pukaras o fortines son los siguientes:

  •  Pukara de Maskábamba
  •  Pukara de Pumamarka

Estos son los dos fortines clasificados en el catastro arqueológico, aunque algunos libros publicados se menciona la existencia de los fortines de:

  • Chokana
  • Inkapintay

Como es lógico, no se pude asegurar que estos lugares sean pukaras o fortalezas, es una hipótesis que se plantea con relación a la ubicación en que se hallan estas construcciones, porque también se dice que estos fueron puntos de vigilancia, control y defensa, mas pueden haber tenido, en realidad, una función más social como depósitos, ya que el planeamiento Inka rural-urbano no es de características militares (salvo que las nuevas investigaciones históricas, etnohistóricas y arqueológicas demuestren lo contrario), pero nos inclinamos a la segunda opción de carácter social, por los aspectos de la geopolítica del estado Inka.

El Puente y el Rio:

El puente Inka del cual actualmente se observan los asentamientos laterales y el machón o pilastra central, es un elemento que nos muestra el avance arquitectónico del cual fueron capaces los antiguos peruanos. Este puente fue posiblemente, colgante.

Delante del machón central del puente Inka se observa la presencia de dos grandes bloques líticos, emplazados expresamente en este lugar, para servir de punto de choque y quebramiento de la fuerza de empuje de la corriente central del río, para descargar la presión ejercida por la corriente y choque hacia las partes laterales del machón, dividiendo, de esta manera, el río en dos brazos y creando un dique de contención central casi seco.

El -río todavía conserva, en este lugar en forma muy visible, muros de canalización; un kilómetro del puente se puede observar estos paramentos de canalización, con los cuales los Inkas encauzaron al río, modificando el curso del mismo, así pudieron ganar nuevas tierras agrícolas, proteger a las mismas contra la erosión a causa de nuevos meandros o por modificación del curso del río, ya sea de áreas ganadas o áreas preexistentes de carácter agrícola; éstos son, pues, elementos de alta tecnología de la ingeniería hidráulica y agraria de este pueblo.

Los Andenes

En toda esta zona arqueológica se encuentra una gran cantidad de andenes o terrazas de carácter agrícola, o como ya dijimos anteriormente, que fueron, al mismo tiempo, elementos de protección de ecosistemas y de ecología, así como de ampliación de fronteras agrícolas.                                                                                               

Tanto en los andenes de este conjunto como en los andenes de otros lugares se encuentran las escalinatas volantes o flotantes, que son líticos salientes del muro.

Así también, como en todas las ciudades de este pueblo y en las grandes áreas territoriales, el Estado hacia adaptar las montañas para la agricultura; así pues, aquí no es extraño encontrar estas terrazas, elementos utilizados para realizar un equilibrio de producción y a la vez un aumento de la misma con fines socio-poblacionales dispuestos por el Estado

Las Puertas:

En esta ciudad Inka existieron muchas puertas, sean de acceso o salida, puertas por las cuales se comunicaban los diferentes sectores del área urbana, así también con los caminos que llegaban y partían. De estas tan sólo queda la conocida con el nombre de Wakapunku o Punkupunku o también Llaqtapunku (estos tres nombres determinan una sola puerta), que es la que conserva y está ubicada en la curva que hace la carretera cuando ingresa; al pueblo. Como la ciudad Inka estuvo circunvalada de un muro o muralla, la puerta estuvo con relación a este muro exterior de la ciudad.

La Plaza:

La plaza se halla enclavada en la parte central de la ciudad y actualmente es parqueo de vehículos, esta fue la plaza de este centro socio-urbano, a similitud de la plaza sagrada del Cusco. La plaza de Ollantaytambo es llamada por unos Kuichipunko, otros la llaman Manllaraqui y un tercer grupo la denomina Mañayraqay (maña = pedido, petición; raqay = construcción), esta plaza se halla dividida por un muro, por lo que forma dos plazas, elemento que la hace más próxima a la plaza de Cusco (la cual era una gran plaza dividida en dos por un riachuelo canalizado).

La Llamada Fortaleza:

Este es el grupo central, el cual generalmente, es el más visitado. Es denominada la fortaleza, tal vez por una mala interpretación realizada por los invasores hispánicos (nombre que proviene de la época colonial).

En la parte baja de la plaza se observa una construcción de dos pisos, la cual posiblemente, tuvo ya sea una función religiosa o administrativa; luego una sucesión de terrazas, las cuales se prolongan hasta la parte superior de la montaña, la gran mayoría tiene el tipo de paramentos de asentamiento con mortero y las tres últimas a mano izquierda de una mejor elaboración, de asentamiento a seco, donde se observa una gran portada de doble jamba, la cual fue el acceso principal a las construcciones superiores. Luego, al fondo de esta terraza, se ve una puerta clásica Inka asociada a un muro que posee varios nichos trapezoidales.

En la parte superior, se hallan grandes bloques líticos de carácter megalítico de diorita roja, líticos que provienen de las canteras de K’achiqhata. Estas construcciones, por lo general, son llamadas templo del Sol, tal vez por la orientación que poseen, pero todos los templos y lugares de culto Inka, en general, poseen este tipo de orientación, oriente-poniente, y no sólo los templos dedicados al Sol, sino cualquier lugar religioso; es en este lugar donde se hallan el gran manto pétreo compuesto de seis grandes bloques, en uno de los cuales existe la presencia del signo escalonado, llamado como ya sabemos, Pata Pata; este sector antes que templo del Sol fue, por la presencia del signo escalonado, un templo a la tierra.

En la parte posterior del conjunto se encuentra una gran cantidad de construcciones, que pudieron ser habitaciones de viviendas o depósitos. En la parte lateral de la montaña (opuesta a este sector), se observan unas construcciones a las que denominan miradores, según la hipótesis planteada, ya que no se puede, en realidad determinar su función específica.

Las Canteras y el Transporte de los Bloques:

Las canteras más importantes se encuentran en el sector de K’achiqhata, en la margen izquierda del río Vilcanota y se halla en la montaña del mismo nombre, en la parte media y en la cual, hoy en día se encuentran bloques a medio trabajar y otros completamente elaborados, así como martillos líticos de diversos tipos. De este lugar se extrajeron los bloques dioríticos utilizados en las construcciones, los cuales fueron transportados por medio de planos inclinados y rodillos hasta el lugar de la construcción; se ve que los bloques fueron trabajados en las canteras y no en el lugar de las construcciones; los planos inclinados aun se observan en la parte lateral de la montaña, en el sector del gran templo con muros megalíticos (en el sector de la mal llamada fortaleza); al igual, en la llanura algunos bloques abandonados, posiblemente por diversas causas cuando eran transportados; a estos bloques la gente los. ha bautizado como las piedras cansadas y se puede observar en las bases la forma en que fueron transportadas. Estos elementos fueron estudiados por J. Ogden Outwater Jr. En su trabajo “Edificación de la Fortaleza de Ollantaytambo” publicado en Tecnología Andina.

Un planteamiento interesante es que es posible que desviaran el curso del río con represamientos temporales, modificando el curso del mismo para hacer pasar los bloques.

Fuentes y Canales:

Existen varias fuentes en Ollantaytambo, de las cuales podemos decir que algunas son rituales, más la gran mayoría es de carácter utilitario o de una función dual; la fuente más conocida es la denominada “Baño de la Ñusta”, en la cual se observa de nuevo un signo que es muy conocido, el. signo escalonado (Pata Pata). Elemento por el cual se aprecia claramente el carácter ritual de esta fuente, en comparación a fuentes vecinas y otras existe una gran diferencia. Los diferentes sectores de la población que compone Ollantaytambo, tuvieron un sistema de canales de agua potable y de evacuación de aguas servidas, canales que en su casi totalidad son de carácter subterráneo; así también, existen riachuelos encauzados artificialmente.

La Muralla y el Sector de Inkawatana:

La muralla no sólo estuvo dispuesta en una. sola, parte del complejo, sino que rodeo a toda el área habitacional de Ollantaytambo, como un posible sistema de protección. En el mismo sector de la mal llamada fortaleza, se halla esta muralla, que podemos juzgar no sólo como un elemento de protección de posibles ataques, sino también, podríamos decir que fue un elemento de control poblacional.

En el cerro Bandolinista (donde se halla la mal llamada fortaleza}, en su parte alta, se halla un grupo denominado Inkawatana, que significa donde el Inka era amarrado, nombre que tiene ya connotaciones actuales, ya que el nombre original no es conocido; se dice que es un sector de suplicios, ya que en las construcciones de este sector se hallan unos nichos trapezoidales y que más o menos en la mitad, en los flancos laterales, se hallan orificios que atraviesan los líticos de un lado a otro, por lo cual se dice que allí se amarraba a los Inkas y que se los torturaba, la gente le atribuye diversas funciones ligadas siempre con la justicia o con un sistema de penas aplicadas; más, podemos plantear que pudieron ser unos sistemas para amarrar ánforas u otros elementos, aunque podemos precisar su función especifica

Inkamísana:

Nombre quechua castellanizado, elemento que, igualmente, se halla en la parte superior del cerro Bandolinista, y está elaborado en una roca isitu, donde la población con su pensamiento tradicional, dice que el Inka realizaba misa, es decir que hacia ritos religiosos; pero en realidad, en este lugar, el pueblo quechua prehispánico, construyo un sitio de observación astronómica y a la vez un sector ritual donde estuvo, posiblemente, el Intiwatana original de Ollantaytambo.

El Sector de Pinkuylluna:

Montaña del mismo nombren el cual se observan varias construcciones; de esta manera, en el ángulo derecho, a mitad de montaña se ven varias edificaciones de un piso; en la parte media y central, de la misma montaña, se ve una construcción que asemeja tener varios pisos y que en realidad está construida a niveles sobre diversas terrazas; y finalmente, en el sector izquierdo, se aprecia una construcción de un piso, de acuerdo a la teoría tradicional, se plantea que estas edificaciones sean escuelas y cárceles, mas en realidad, lo que se ha determinado es que éstas fueron elementos de utilidad social, fueron depósitos o grandes almacenes (qholk’as).

Pumamarka:

Sector que se halla, aproximadamente, a 14 Km. de Ollantaytambo, en el fondo de la quebrada de Oqobamba y a orillas del río Patakancha; se halla una gran cantidad de andenes y los más notables de este sector son los denominados con el nombre de Munaypata; estos andenes aun están irrigados por un sistema de canales, los cuales reciben un aforo constante de agua en épocas de secas y de lluvias por el aprovechamiento del riachuelo Yurajmayu, que es tributario de un riachuelo mayor de Wankachaka, conformando, todos éstos, el riachuelo Patakancha.

Los andenes estaban asociados a un conjunto habitacional de características urbano – rural inka, conocido como Pumamarka, y compuesto de su hanan (alto) y urin (bajo), con kanchas (barrios), Q’ijllus (calles) y plazas.

E. W. Middenforf en “Perú III” cuando visitó Ollantaytambo, registró que el riachuelo denominado actualmente Yurajmayu, se llamaba a finales del siglo XIX Waman Ripa, y el otro riachuelo llamado en la actualidad Wankarchaka, se llamaba Markaqpacha.

Charles Wiener, investigador francés, quien en 1880 estuvo en Ollantaytambo, recoge la mención de que el riachuelo que actualmente es llamado Patakancha, se denominaba a fines del siglo XIX Pallata.

Las Nuevas Excavaciones:

En la quebrada de Aobamba, en la margen izquierda del riachuelo Patakancha, se han realizado excavaciones importantes (por Arminda Gibaja de Valencia y posteriormente algunos trabajos realizados por Pedro Taca). En esta área, se han encontrado kanchas de carácter habitacional y ritual, como también de carácter utilitario, fuentes rituales y utilitarias, sistemas de canalización de agua y evacuación de aguas servidas, una habitación con una fuente interior.         

En toda esta área se ha realizado restauración de andenes, de una escalinata, camino, canales y una kancha muy importante; este sector posee paramentos de líticos muy finamente elaborados de carácter isódomo o sillares rectangulares de asentamiento a seco paramentos poligonales de asentamiento con mortero y otros enlucidos con barro.